Un día, la guerra estalló entre las dos razas. Después de una larga batalla, los humanos salieron victoriosos y sellaron a los monstruos con un hechizo mágico. Este hechizo era una barrera que solo se podía cruzar con el poder de un alma humana y un alma de monstruo, y se destruiría si un poder igual al de 7 almas humanas la atacaba.
La leyenda dice que quienes suben el Monte Ebott, nunca regresan.
Un día, un humano llamado Chara, quien odiaba la humanidad, escaló el monte. Allí, cayó por un agujero y llegó al subsuelo. Herido, empezó a gritar pidiendo ayuda.
Asriel, el hijo del rey y la reina (Asgore y Toriel), escuchó sus gritos. Fue corriendo en su ayuda.
Asriel llevó al humano a su casa. Allí, el humano creció. Asriel y Chara se trataban como hermanos. El subsuelo estaba lleno de esperanza, pues creían que Chara sería el humano del que hablaba una leyenda, que decía que un ángel vendría y dejaría el subsuelo vacío.
Chara deseaba la destrucción de la humanidad. Entonces, ideó un plan para destruirla. El plan consistía en que él se iba a envenenar a sí mismo, moriría y Asriel tomaría su alma. Con el poder que adquiriría Asriel, cruzaría la barrera y destruiría la humanidad.
A pesar de que Asriel estaba en contra del plan, Chara lo convenció.
Chara se envenenó con unas flores que había, y antes de morir dijo que su último deseo era ver las flores doradas que crecían en su aldea. Pero no podían hacer nada.
Esa noche, Chara murió.
Asriel, golpeado por el dolor de haber perdido a quien consideró su hermano, absorbió su alma, tomó su cuerpo y cruzó la barrera.
Le llevó a su aldea. Allí encontró una cama hecha con flores doradas, y dejó el cuerpo de Chara allí tumbado.
De repente, los humanos le encontraron y, creyendo que Asriel había matado a Chara, empezaron a atacarle con todo lo que tenían.
Dentro de Asriel, el deseo de Chara de destruir la humanidad se hacía más y más grande... pero...
Asriel se negó a luchar. Recibió todos los golpes, pero no devolvió ninguno.
Herido, volvió a su casa. Dolido por la perdida de su hermano, Asriel colapsó en el jardín y se convirtió en polvo. Asriel murió.
Del polvo de Asriel empezaron a crecer flores doradas.
Asgore, al haber perdido a dos niños en una sola noche, lleno de odio, declaró la guerra a los humanos. Dijo que todo humano que cayese en el subsuelo debía morir, y cuando consiguiesen 7 almas humanas, destruiría la barrera, y con ese poder, acabaría con la humanidad.
Sin embargo, Toriel no estaba de acuerdo con esta decisión. Por ello, decidió abandonar el su casa e ir a vivir a las ruinas, para no volver a ser vista jamás.
Alphys, una científica, creó un robot con alma. Esto le sorprendió a Asgore, y, creyendo que había conseguido crear un alma por su cuenta, la contrató como científica real, pidiéndole que estudiase la naturaleza del alma, y que crease almas suficientes como para obtener el poder de las 7 almas humanas sin necesidad de matar a ningún humano.
Alphys empezó a estudiar la naturaleza del alma, y esto le llevó a varios experimentos. En estos experimentos, usaba los cuerpos de algunos monstruos caídos que aún no se habían convertido en polvo, y probó a inyectarles DETERMINACIÓN. Estos se empezaron a levantar, pero habían perdido la forma que tenían y se habían mezclado entre ellos.
Alphys estaba asustada. No sabía como decirle a las familias de los monstruos caídos lo que había pasado. Decidió ocultárselo a todo el mundo, cayendo en una depresión.
También probó con otros experimentos. Se preguntó: "¿Qué pasaría si algo que no tiene alma tuviese la oportunidad de vivir?". Entonces, cogió a una candidata para probar esto. La primera flor dorada que creció en el patio del rey.
La flor cobró vida y escapó.
Muchos años más tarde...
Ocurre lo que pasa en el juego.
